2 de octubre de 2007

Internet es estupenda

Internet es estupenda.

Desde siempre han existido facetas de la personalidad que, en mayor o menor medida, están presentes en todos nosotros. Algunas son maravillosas. Entre ellas me gustaría destacar la capacidad de amar, de apreciar la belleza, la curiosidad, las ansias de saber, etcétera. Al otro lado, observamos facetas menos simpáticas como el rechazo a lo desconocido, el desprecio, el instinto de dominación...

Por eso mismo, Internet es estupenda.

Nos ofrece la posibilidad de desquitar nuestros peores sentimientos, de forma que satisfacemos tan despreciable aspecto de nosotros mismos, pero sin consecuencias que, en el pasado, irian a mayores. Tenemos el poder de actuar sobre un cerco limitado, dejando el resto del universo internauta para que los demás hagan lo mismo, pudiendo así practicar una cierta dominación, si lo que nos mueve, sin que ello signifique realmente acallar de forma definitiva a los demás.

Esto viene a cuento por ciertas circunstancias que hace poco he podido observar.

Tengo una madre maravillosa y realmente coherente con su forma de pensar. Se que, para todos, o casi todos, nuestra madre es la más mejor del mundo mundial, pero es que realmente tengo muchos argumentos para defender mi postura. Como persona que es, mi madre sufre gran cantidad de carencias que le han venido dadas tanto por su educación como por su condición de ser humano. Una de las cosas buenas que puedo decir de ella es que es consciente de ello. Se sabe imperfecta y no pretende ocultarlo. Le agradezco mucho que me haya sabido transmitir ese aspecto. Es de agradecer que use este conocimiento para intentar mejorar como persona, en vez de para intentar ocultar sus defectos a los demás.

Por otro lado, tengo un primo maravilloso, con un instinto por la estética realmente desarrollado, buenos sentimientos, simpático y amigo de sus amigos. De él puedo decir que ha sabido superar prejuicios que padecía en favor de una mejor comprensión y aceptación de sus amigos.

Sin embargo, los dos tienen, como personas que son, detallitos sin importancia que resultan menos agradables.

Empezaré por mi madre diciendo que, ahora menos que antes, sufre un impulso a veces incómodo de dar su opinión sobre todo aquello que se planta ante sus narices. No digo que sea del todo malo, pero puede resultar molesto. Mi primo, por su parte, necesita imperantemente tener el control de todo aquello que le toca de cerca, sin atender a razones ni sopesar siquiera la posibilidad de mantener un diálogo sobre sus decisiones.

Por esta razón, en mi humilde opinión, actualmente mi primo censura sistemáticamente cualquier comentario que mi madre escriba en los blogs, de la naturaleza que sean, en los que el tenga poder de censura.

Como es lógico, me siento dolido, como mi madre, por el hecho de que no pueda expresar su opinión, por inocente que sea, en cualquier lugar donde mi primo tenga poder de veto, y ella también pues, como me ha comentado, no cree haber hecho nada para merecer semejante trato, sino todo lo contrario.

No conozco los motivos de mi primo para actuar de semejante manera porque no hemos hablado al respecto, pero no mantengo ninguna duda al respecto de que sus razones tendrá, puesto que nadie hace nada así por que sí.

Por eso Internet es estupenda.

No importa que mi primo vete a mi madre, porque el veto no es definitivo y ella puede decir lo que quiera en cualquier otro lugar, a la vez que mi primo puede ejercer su poder censor. Todos felices y contentos :)

3 comentarios:

silvia dijo...

mágrada el que has escrit
:-D
tatimu guapooooooo!!!!

Anónimo dijo...

Pensaba que esas cosas sólo pasaban en mi familia.
Hummm... te ha faltado poner el enlace al blog de tu madre. Y al de tu primo. Igual falto yo para acabarlo de arreglar :D

p.d.- gracias por los videos de Shingo Mama (que es por lo que el tío Google me trajo a tu blog). Un abrazo

@vilafor dijo...

pues mi madre no sabe ni sacar dinero de un cajero, asi que de blogs....

yo he llegado a ti por el video de chino y chinita