
Y hay que prestar especial atención a la palabra civilización, puesto que el mundo occidental está formado en parte por la civilización occidental, y en parte por el resto.
A este resto, voy a llamarle no-civilización occidental.
Afortunadamente, y es motivo de optimismo, la parte civilizada de occidente ha dejado plantada a la parte no civilizada. Y lo ha hecho usando como argumento el citado juramento hipocrático.


Siendo como soy un férreo detractor de la pena de muerte, me resulta difícil contener la sonrisa que ha salido a pasear por mi rostro desde que he tenido conocimiento de la noticia, jejeje.
Sin embargo, al documentarme, vuelven los escalofríos:
En EEUU la pena de muerte está vigente en 38 estados desde 1976.
En 35 de ellos se aplica la inyección letal.
En 10 de ellos la electrocución (único método de ejecución en Nebraska).
En 5 se emplea la cámara de gas.
En New Hampshire y Washington se utiliza (ojo al dato) la horca.
Y ya para echarse a temblar, en Idaho y Oklahoma está vigente el pelotón de fusilamiento.
Ahora bien...
Este caso ha provocado reacciones. Y una de las más bonitas vuelve a tener que ver con Hipócrates.
A raíz del plantón de estos anestesistas, la asociación médica estadounidense planea auspiciar una ley que impida que sus miembros participen en las ejecuciones.
Y yo que pensaba que hoy en día este juramento no pasaba de ser un puro trámite... Me alegro de haber estado tan equivocado :)
Para quien tenga curiosidad, ahí va el juramento hipocrático:
Téngase en cuenta, por si alguien conoce el original, que el actual juramento hipocrático, que en principio constaba de nueve puntos, ha sido ampliado y actualizado (a la par que traducido, claro), si bien conserva su esencia. Además, en el original se juraba por Apolo y un porrazo de dioses y diosas griegos más; ahora se jura y punto :P
JURAMENTO HIPOCRÁTICO
En el momento de ser admitido como miembro de la profesión médica, ante mis maestros y en esta Facultad de Medicina que me enseñó todo cuanto sé, juro que:
1. Consagraré mi vida al servicio de la humanidad.
2. Guardaré a mis maestros el debido respeto y gratitud.
3. Practicaré mi profesión con conciencia y dignidad.
4. La salud de mis pacientes será el objetivo prioritario de mi trabajo.
5. Respetaré los secretos que me fueren confiados en todo aquello que con ocasión o a consecuencia de mi profesión pudiera haber conocido y que no deba ser revelado.
6. Consideraré a mis colegas como a mis propios hermanos y no formularé a la ligera juicios contra ellos que pudieran lesionar su honorabilidad y prestigio.
7. No permitiré que prejuicios de religión, nacionalidad, raza, partido político o nivel social se interpongan entre mi deber y mi conciencia.
8. No prestaré colaboración alguna a los poderes políticos que pretendan degradar la relación médico-enfermo restringiendo la libertad de elección, prescripción y objeción de conciencia.
9. Guardaré el máximo respeto a la vida y dignidad humanas. No practicaré, colaboraré, ni participaré en acto o maniobra alguna que atente a los dictados de mi conciencia.
10. Respetaré siempre la voluntad de mis pacientes y no realizaré ninguna práctica médica o experimental sin su consentimiento.
11. No realizaré experimentos que entrañen sufrimiento, riesgo o que sean innecesarios o atenten contra la dignidad humana.
12. Mantendré la noble tradición médica en lo que a publicidad, honorarios y dicotomía se refiere.
13. Procuraré mantener mis conocimientos médicos en los niveles que me permitan ejercer la profesión con dignidad y seguridad.
14. Si llegado el día en que mis conocimientos o facultades físicas o sensoriales no fueran las idóneas para el ejercicio profesional no abandonase éste voluntariamente, pido a mis compañeros de hoy y de mañana que me obliguen a hacerlo.
15. Hago estas promesas solemne y libremente, bajo Palabra de Honor, en memoria de todos los que creen o hayan creído en el honor de los médicos y en la ética de sus actuaciones.